Los implantes dentales son anclajes de titanio osteointegrados en el maxilar o mandíbula del paciente, cuya función es el sustento de una prótesis dental.
Dicha prótesis puede ser desde un diente unitario hasta una rehabilitación completa.
El mecanismo mediante el cual se ancla el implante al hueso se llama osteointegración y consiste en la formación ósea alrededor del implante y la fusión de ambos. Este proceso tarda entre 2 y 3 meses y se produce con éxito en el 98% de los casos.