encías enrojecidas

Sonrisa sin gingivitisSi uno se pregunta por el origen del sangrado de las encías, o de la inflamación de las mismas, posiblemente las causas que están tras esta complicación sean determinadas bacterias que se encuentran presentes en la boca. Esto lo que produce, en definitiva, es lo que se conoce como enfermedad de las encías, pudiendo ser o gingivitis o periodontitis. Puede que también tenga algún tipo de repercusión, en los implantes, pudiendo complicarse y derivar en periimplantitis o mucositis periimplantaria, por ejemplo. Por lo tanto hay que ser cuidadosos en cuanto a que estas bacterias queden eliminadas, a través de una correcta higiene dental.

Ya os hemos hablado en otras ocasiones en nuestro blog sobre estas patologías, tienes más información en «Que tipos de enfermedades periodontales existen» y  «¿Por qué me sangran las encías al cepillarme los dientes?»

¿Qué es la gingivitis?

Se trata de una reacción inflamatoria que tiene su origen en la presencia bacteriana sobre las encías del paciente. Tienen la particularidad de ser reversible. Cuando el paciente acude a revisión periódica, es claramente perceptible por el dentista en el primer chequeo, puesto que se nota una anomalía en el estado del conocido como biofilm oral; es decir, la capa que se encuentra en la superficie, que es de las formas más comunes de manifestación de las enfermedades del periodonto. Si no se trata la gingivitis, puede agravarse y evolucionar en periodontitis.

Sabemos en la actualidad que siempre que existe periodontitis, es porque con anterioridad a la presencia de esta complicación, existió antes gingivitis. Sin embargo, si lo vemos de forma inversa, no toda gingivitis evolucionará a periodontitis. Hay que dejar claro que la periodontitis no afecta de la misma manera a todos los dientes; tiene ciertas preferencias por determinados sujetos y ubicaciones. Desde el punto de vista clínicio, la periodontitis se caracteriza por un cambio en las tonalidades (refiriéndonos a la coloración), además de cambios en su textura, además de la forma que presenta la propia encía. Pero la pista definitiva es la presencia de sangrado. Cuando la enfermedad progresa, puede presentarse cierto aflojamiento en las piezas dentales, pudiendo ocasionar en los casos más graves, una pérdida dental completa.

Existen organismo gubernamentales y profesionales que afirman que tanto la gingivitis como la periodontitis, se tratan de enfermedades de las más comunes en los seres humanos, con una prevalencia en torno al 60% y 25% (en ese mismo orden). El estudio realizado se ha llevado a cabo en una muestra de población adulta de edades comprendidas entre los 35 y los 45 años. Estos datos se incrementan ligeramente en el caso de la periodontitis, en un 40%, para pacientes entre los 65 y 75 años de edad. (También se han encontrado este tipo de bacterias en pacientes fallecidos, en el momento en el que se les ha realizado una biopsia de ateroma).

De la misma manera que ocurre con los dientes naturales, o por ejemplo en las piezas dentales que han sido reemplazadas por técnicas de implantología, la mucosa que se encuentra en torno al implante, también puede sufrir debido al biofilm oral. Además, por si fuera poco, estos tejidos denominados “periimplantarios”, pueden presentar una pequeña porcíon de respuesta ante tal agresión bacteriana del biofilm oral, sobre todo comparativamente a los tejidos del periodonto.

La mucositis preiimplanaria, aunque el nombre suene extraño, no es otra cosa que la inflamación que se produce en la mucosa, además de los tejidos “blandos” que se sitúan justo alrededor del implante, sin signos evidentes de ausencia de huesos que hacen de soporte.

Se dice que la periimplantitis es ocasionada a raíz justamente de la evolución de la denominada mucositis preiimplantaria, donde no sólo se ve mermada exclusivamente la mucosa preiimplantaria, sino que además se produce una complicación importante en el interior, produciéndose en gran medida un deterioro o pérdita total y absoluta del hueso que sirve de soporte a ello.

El origen de estas enfermedades de las encías

Sonrisa sin cariesCuando hablamos del origen de las enfermedades de las encías, tenemos que dejar claro cómo se producen. Realmente volvemos al tema de las bacterias, pero es que esa es la razón fundamental, además que – como bien sabéis – las bacterias se presentan por una higiene incorrecta. Entonces, al presentarse esa acumulación del biofilm oral – que es de los principales agentes que intervienen etiológicamente hablando, en las enfermedades del periodonto como la gingivits y la periodontitis – estamos ya dejando claro que la solución pasa por la higiene, sin descuidar las limpiezas dentales profesionales periódicas. Lo mismo si hablamos de las periimplantarias.

¿Cuáles son las causas de estas enfermedades?

Para que quede claro lo vamos a estructurar en los siguientes apartados:

  • Factores Locales: La presencia de biofilm oral, generalmente, está asociado a una higiene oral insuficiente, incorrecto posicionamiento dental, afectación oclusal, ortodoncias fijas y removibles, prótesis removibles o fijas con puentes y coronas, entre otras.
  • Factores Sistémicos: En determinado casos la gingivitis también tiene un estrecho vínculo con el sistema endocrino; entre los que destaca las complicaciones por ejemplo derivadas del periódo prenatal de la mujer, o el ciclo de la menstruación. Entre otras circunstancias, la diabetes también es motivo, sobre todo si la misma no está siendo controlada. Son sólo unos cuantos ejemplos nada más, pueden presentarse muchísimos más.
  • Los fármacos: Como resultado de la toma de determinadas medicinas, evidentemente, tiene repercusión directa en este tipo de enfermedades.
  • Una nutrición incorrecta: En determinadas ocasiones la gingivitis está completamente relacionada con deficiencias en cuanto a la dieta del paciente. Una alimentación equilibrada garantizará que este tipo de enfermedades se presente con mucha menor probabilidad.Al evolucionar el cuadro de gingivitis, hemos dicho que la situación más peligrosa es cuando esta evoluciona en periodontitis. Ante esta situación, la inflamación de la encía se agranda y ocupa otras ubicaciones dentarias mucho más profundas, tales como el ligamento periodontal, incluso pudiendo afectar el conocido como tejido conectivo o incluso la zona del hueso alveolar, sin ir más lejos.

¿Qué hábitos son los que ponen en riesgo de padecer enfermedades de las encías?

  1. Un elevado consumo del tabaco, o productos relacionados con este.
  2. Cuando el paciente está siendo sometido a un estrés tanto emocional, como corporal.
  3. Las hormonas también influyen, refiriéndonos a etapas de la vida del paciente tales como el paso de la pubertad a la adolescencia, la época prenatal, o el paso hacia la menopausia.
  4. La ingesta de medicamentos, sobre todo los anticonceptivos o los que llevan corticoesteroides.
  5. Cuando existe presencia infecciosa aguda o enfermedades crónicas. En este último caso la diabetes es la más común de citar.Las causas anteriormente citadas también por sí solas se constituyen en factores de riesgo de enfermedades periimplantarias, tales como mucositis y periimplantitis.

¿Cuál es el diagnóstico?

En el blog, indicábamos otras modalidades de diagnósticos; sin embargo la más recurrida y la que siempre nos olvidamos de mencionar, no es otra que la mera observación directa. Incluso el propio paciente se puede percatar.

Si hablamos concretamente de la gingivitis, es claramente perceptible por el enrojecimieno, la inflamación y también el sangrado que puede ser notorio en las encías. Hay imágenes que aportaremos más adelante, aunque posiblemente nos arrepintamos de poner esas imágenes, por ser claramente desagradables.

La periodontitis, en cambio, es detectable porque además del enrojecimiento, sangrado e inflamación, se producen recesiones, complicaciones de movilidad, destrucciones de hueso… en definitiva, suele ser más catastrófica.

¿Cuál es el tratamiento que se debe aplicar?

Está claro que la prevención y el tratamiento de estas patologías periodontales, además de las patologías periimplantarias, es necesario centrarlas con mecanismos que contrarresten justamente la infección producida.

El objetivo no es otro que el de provocar que el fraccionamiento mecánico de la placa, además de la reducción radical de las bacterias que lo originan, pasan a niveles compatibles con la salud de la persona humana. Por todo esto es importante que se lleven a cabo tratamientos combinados, que puedan incluir tanto el aspecto químico, como mecánico, para intentar solucionar estos problemas. Sabemos que un tratamiento que recurre a técnicas mecánicas, no son otros que el uso de cepillos dentales, porque ayudan justamente a reducir la placa bacteriana; pero evidentemente estas herramientas caseras tienen muchas limitaciones, que no se producen con una higiene profesional. Por todo esto, el dentista siempre suele recetar la Clorhexidina, además de otros medicamentos basados en cloruro de cetilpiridino, porque está demostrado que son muy útiles desde el punto de vista químico, al tratamiento mecánico de control de biofilm oral.

Estos nombres impronunciables (Clorhexidina y Cloruro de Cetilpiridino), son reputados como muy efectivos contra la gingivitis y la placa bacteriana. No todos los colutorios, dicho sea de paso, son igual de efectivos, por más clorhexidina que presenten. De todas formas, decir que son efectivos y demostrado no sólo por nuestro dentista, sino por expertos en las investigaciones relacionadas con la ciencia odontológica.

Conclusiones

Es necesario cumplir con las visitas regulares al dentista. Si el paciente nota cambios en sus encías, posiblemente se trate de una emergencia a tratar con el dentista, en los casos más extremos será necesario aplicar el tratamiento de periodoncia. Su intervención en el momento adecuado es clave, para evitar el drama de tener que prescindir de las piezas dentales naturales